FIG BILBAO 2016

Siempre celebro que el mundo del grabado en España se amplie con nuevas manifestaciones. Fig BIlbao, nacido al mismo tiempo que la redefinición de Estampa, parecía un relevo que confirma la idea de que existe un mundo del grabado en España. Un mundo débil, incluso algo más débil que el resto del débil sistema del arte español. Las razones de esta debilidad añadida tienen que ver con su idiosincracia como arte plástico e identidad basada en un conjunto de tecnologías, algo que desde el punto de vista de las teorías del arte contemporaneo se considera un enfoque obsoleto. Pero los hechos son tozudos y Fig Bilbao, un Festival Internacional de Grabado y obra sobre papel, va por su quinto año. Desde grabado Líquido pensamos que era el momento de hacer una visita, y la semana pasada partimos para Bilbao.  Fig Bilbao se celebró los dias 17, 18 19 y 20 de Noviembre, y se dividió en varias sedes físicas y varios enfoques, con una feria como uno de los argumentos centrales, pero tambien, si lo entendí bien, con tres concursos, un programa expositivo, y una serie de mesas redondas.





Una de las cosas que oí de FIG en sus primeras ediciones es que estaba mal indicado en la ciudad, que costaba encontrar las sedes. Esa carencia está subsanada, y en el centro de la ciudad se pueden ver cubos como este, con el programa completo del festival.

Lo primero que hicimos fué ir al palacio Euskalduna a ver la Feria. Este año han participado 35 galerias de arte, más algunos Stands institucionales, revistas del sector (Grabado y Edición), tres exposiciones (Gran formato, cubo de las tentaciones y Open portafolio) y el programa de mesas redondas. La feria, en un golpe de vista, nos pareció más pequeña de lo que esperabamos, pues fué imposible no compararla con el recuerdo de Estampa o con Art Libris, en Barcelona.


Panorámica de la Feria

Sin embargo visitar la Feria es, por este mismo motivo, fácil y agradable. Seguramente no le perjudicaria un mayor nº de Stands, hasta quizás el doble, pero a cambio deambular por los pasillos propició encuentros y nos permitió ver con detenimiento todas las propuestas de las galerías.  Dentro de lo más destacado uno de los aciertos de FIG es colar entre las galerias a los ganadores del Open Portafolio del año anterior. Eso nos permitió conocer la obra de Maria del Carmen Diez Muñoz y hablar con ella. Su obra no necesita de grandes explicaciones, porque consigue a través de las propias imágenes  transmitir el mensaje irónico sobre lenguaje y género que las fundamentan. Los referentes históricos son obvios, pero la cuidada recreación del buril clásico y la mirada crítica de Goya no impiden situar a Maria en otras corrientes críticas mucho más recientes. Hendrick Goltzius es el autor clásico más presente como referente de sus grabados, en algun caso a manera de cita, en general en el tratamiento técnico de los tramados y en la iconografía del cuerpo de la mujer, centro del discurso crítico de María:





Maria del Carmen Diez. "Están como cabras". Linografía en hueco. 



Hendrick Goltzius. "Las tres gracias". Buril.
























  


Maria en su Stand explicando detalles de su obra a Grabado Líquido



Otro de los artistas con los que hablamos fué Jabier Herrero, con el que habiamos coincidido virtualmente en concursos y otras ferias. En la feria se podían ver un conjunto de sus inquietantes conversaciones, llenas de poesía y referencias literarias.

 
Obra de Jabier Herrero



 

Obra de Jabier Herrero



Como ya advertimos FIG compagina su feria con exposiciones y concursos. Los cubos de las tentaciones y Open Portafolio serían los certámenes de este año, porque el concurso que hacen, dotado otros años con 18.000 € en un único premio, este año no se ha convocado.

Los cubos de las tentaciones son una evidente herencia de los que tenía Estampa, una plataforma para exponer propuestas de 8 metros cúbicos de arte sobre papel, en muchos casos grabado. El objetivo de estos cubos es  visibilizar  arte emergente. Tenemos también Open Portafolio, una fórmula parecida en la que parece que se trata de mostrar la obra de artistas emergentes más allá de una propuesta concreta. En ambos casos una nota sobre las bases. El subtítulo de las convocatorias es: Proyecto para la promoción de los jovenes artistas. En las bases en cambio se habla de artistas emergentes. Señalemos que no es lo mismo. La situación de emergente no tiene edad, porque aunque se la supone más probable cuando se es joven, las características del mercado del Arte en general, y del español en particular, hacen que está etiqueta pueda ser revindicada al margen de la edad.  Como las bases no definen que es ser joven parecería que en FIG Bilbao se ha producido un avance en este sentido, avance en la medida en la que amplian un concepto para nosotros inadecuado y excluyente, lo "joven" (1). En la selección de Open Portafolio hemos visto propuestas defendidas por artistas de 50 años o más, y aplaudimos esta circunstancia, pero la organización tendría que ser más clara en las bases de las convocatorias.

En los cubos de las tentaciones, dado que se trata de  proyectos que los artistas ejecutan en relación a un evento y un espacio concretos, tendría que haber un presupuesto mínimo, siquiera simbólico, para su realización. De este modo la intención de apoyar a las prácticas emergentes en el arte se dotarían de uno de los apoyos fundamentales, el económico.



Vista general de los cubos de las tentaciones

 
 Y no podemos cerrar este repaso a los "peros" que hemos encontrado en los concursos de FIG sin señalar que el cobro de una cuota de inscripción en el 3º de sus concursos -en este caso de 30 €- (Hay que decir que este año no se ha convocado), es una práctica que no invita a la participación ni parece poder justificarse en relación al presupuesto que se ha de presumir a un premio con 18.000 € para un único artista. Ambas cosas, la cuota de inscripcción y la concentración del dinero en un único premio, no parecen médidas eficaces para favorecer la participación, y en el caso de la cuota quizá rozan las malas prácticas (Como si lo es pagar por exponer. Ambas cosas no remiten a un sistema de profesionalización basado en la inversión en servicios para artistas, que pasan de profesionalizabes a clientelizables; o nos remiten a una exclusión del circuito del arte en base al presupuesto del artista).

Al margen de esto tanto los cubos de las tentaciones como Open Portafolios concentraron propuestas de gran interés, como también lo tuvieron las exposiciones que en otras sedes organizó FIG. Destaquemos de ellas la sorprendente colección de estampas que pudimos ver en el museo de Bellas Artes de Bilbao:  “La cultura del vino. Maestros del grabado de la Colección Vivanco” y que explica por qué Bodegas Vivanco patrocina un concurso de grabado cuyo tema es el vino.

En conjunto, y a pesar de las críticas expuestas sobre alguno de sus aspectos, consideramos que FIG Bilbao es una propuesta necesaria y apoyamos su existencia deseándole una larga vida  y un futuro crecimiento.





(1)  La primacía de lo joven como proyecto de valor en el arte, como reflejo de la primacia de lo joven en el mercado, y la consiguiente promesa de especulación sobre el precio del "arte joven", hacen que los artistas dejen de ser interesantes después de los 40/45 años cuando no han pasado de emergentes.



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