Una de Tapies, Una de Dali, una de calamares


En Barcelona este año el Artista estrella es Antoni Tapies. Al menos tres exposiciones se están dando a la vez en las que Tapies es el protagonista. La Fundacio Tapies y el MANC presentan conjuntamente Tapies desde el Interior. Además el Macba, dentro de su exposición Arte, dos puntos dedica una sala al autor, el artista con más obra de la exposición. Echo de menos en todo este despliegue un poco de atención a la obra gráfica, incluso una exposición monográfica sobre este tema, que además de mostrar la obra y sus implicaciones históricas e iconográficas (el marco del informalismo, la simbología personal del autor, etc.)  relacionase esta con los talleres de impresión en los que fué estampada y/o generada. En conjunto, entre todo lo expuesto, solo en el Macba hay una vitrina en la que se muestran unos libros de artista y se señala la atención que Tapies dedicó al grabado:





He aprovechado estas muestras para hacerme una idea de la trayectoria de Tapies. Para mi tanto Tapies como Dali son artistas catalanes sobre los que, en el juicio sobre su obra, planean prejuicios ideológicos.

- El estereotipo en negativo sobre Tapies se podría enunciar así: Tapies es el pintor del proyecto nacionalista catalán, beneficiado enormemente desde la Generalitat de Catalunya (beneficio que podemos ver en su máxima expresión en el hecho de que exista una Fundación Tapies) y enórmemente sobredimensionado en su valor artístico dentro del informalismo. En realidad lo que hace Tapies no es Arte, es un malentendido para consumo de Snobs que se hacen los modernos.

-El estereotipo en negativo sobre Dali se podría enunciar así: Dali es un pintor relamido, con mucha técnica si, pero si no fuese por el personaje que creó, excentrico y desmesurado, no sería conocido porque su obra es decorativa y banal. Además era un ambicioso (recordemos las críticas de Bretón a Avida Dollars) que permitió que se falsificase su obra enormemente( sobre todo la obra gráfica). Son conocidas sus amistades Filofascistas y se permitió a si mismo ser el artista de Franco.

He de confesar que en el pasado estos dos estereotipos para mi eran verdad. Digamos que los aceptaba acríticamente.  En los primeros años de la universidad, en mi grupo de amigos, esto era así y siempre que había oportunidad polemizabamos y nos quejábamos teatralmente de la estupidez que nos rodeaba... Las primeras dudas vinieron con Dali, viendo una exposición en el Palau Robert hace ya casi 10 años,  sobre sus años de aprendizaje. 





Dalí en plena absorción de un cubismo mediterraneo y helenizado.


 De Tapies, con el tiempo, he ido apreciando sus texturas y su paleta casi sin color, sobre todo yendo a ver las exposiciones que hacía en la Galería Toni Tapies. Durante los últimos años cuando exponía sus cuadros iba a verlos y pensaba que dentro del Informalismo sus pinturas no eran de las peores. Incluso me parecian elegantes, agradables de esa manera en que la abstracción simbólica, por su hermetismo, acaba por ser decorativa. Así que pensaba: "Vaya, al final me va a gustar Tapies y todo"...  Ya se ve que no es un autor que me haya interesado mucho, pero la manía hacia él se disipó a medida que consideré el lenguaje de la pintura como un objeto estético en si mismo.

 Ahora, con estas exposiciones, tenía la oportunidad de ver sus diferentes facetas y deshechar estereotipos. Dicho y hecho:  MNAC, Fundació  Tapies y MACBA visitados.  El objetivo era tener una visión más de conjunto.


Una de sus X, símbolo del misterio primigenio


Tapies me ha parecido un pintor que ha mejorado en el manejo de su lenguaje con el tiempo tipo Cezanne, de esos que se repiten una y otra vez en todo, con unos pocos temas, y que si comparas lo que hizo al principio con lo que hizo al final lo del final suele ser mejor casi siempre, descontando el hecho de que todo artista exitoso desde el punto de vista del Mercado, al tener un enorme estímulo para repetirse, acabe produciendo un montón de obras que vistas en perspectiva están de más.  Repeticiones de más quiero decir, porque más o menos todos los artistas se repiten, es algo intrínseco al aprendizaje, lo que pasa con el mercado es que te induce a contar todas las repeticiones como ensayos válidos. Le paso a Picasso, sin ir más lejos.



Otra de sus X





Y posiblemente otra.
 
Bien, de lo que hay en la Fundació Tapies no he hecho fotos. Esa expo está centrada en el uso que Tapies hizo de los objetos encontrados, desde hilos, ropa, cartones, maderas,  hasta puertas, ventanas, persianas, protesis, etc, etc. La primera época en la que hizo esto me parece la peor de su obra, y en general la poesia que se deriva de la contemplación de los objetos a la que el artista nos invita me parece innecesaria, porque no hace falta autorizarlos convirtiendolos en objetos museizados. Una persiana metálica vieja tiene un interés estético que no requiere de un artista que lo resignifique como pieza, yo prefiero en este caso una imagen. Pienso que esa poesia se ha de usar más allá de si misma, estar más reelaborada: ha de ser usada como elemento. Creo que el propio Tapies siguió ese camino, y creo que en la exposición se aprecia este cambio de la poesia de los objetos encontrados  a la poesia con los objetos encontrados, más simbólica y con una mayor presencia de la pintura. Así los objetos viejos se convierten en parte de una conposición a la que están subordinados.

En el MANC tenemos los lienzos de gran formato. No solo telas, también mucha pintura sobre madera:





Esto es madera de conglomerado creo, y parece una Xilografía
 


Aquí listones de madera clavados




Pintado por el reverso sobre contraplacado de Okume, como mis paneles.


Uno de las ideas preconcebidas que tenía sobre Tapies es que es un pintor esencialmente abstracto. Pues no, es un pintor esencialmente figurativo, pero de una figuración esquemática y táctil. Al principio en la estela de Joan Ponç y Miró, mas adelante de Dubuffet, más adelante cercano a veces a Brossa pero con su propio estilo, con el cuerpo y algunos objetos como tema recurrente:



Tríptico grandemente influido por Ponç y Miro.




Más tipo Dubuffet


¿Emulando a Miró y su arbol con oreja, pero con unas nalgas o pechos?




Este tiene algo de Japonés.







Este me recuerda a Francis Bacon en la violencia con la que se presenta el cuerpo.


    
En lo que respecta a las representaciones a lo largo de su carrera una curiosidad en los títulos de las obras: me ha parecido que durante su primer informalismo Tapies omitía cualquier alusión a una posible representación: Lo que parecen unos pechos son, en el título, dos lineas curvas. En cambio, mas adelante, el cuerpo aparece en los títulos, incluso el cuerpo en relación a la representación de una acción.

Otra cuestión digna de destacarse en torno a Tapies, y más si lo comparamos en su estereotipo con el estereotipo de Dali, es que se suele considerar a Tapies un simbolo del proyecto Nacionalista Catalán y a Dali un Filo-franquista. En torno a Tapies sobre este punto hay cierta polémica, porque Tapies en los años 50 representó a la España Franquista en la Bienal de Venecia y en otros eventos internacionales, y no solo eso. Un artículo que he encontrado a este respecto donde se ofrece una explicación contextualizada más amplia es este. Esto me ha recordado el tipo de relaciones conflictivas de algunos artistas europeos con el Nazismo, tal como las describe y plantea Jean Clair en su libro "La responsabilidad del artista".

En definitiva estas tres exposiciones pueden servir para valorar cual es el interés artístico de la obra de Tapies y cuestionar las ideas preconcebidas sobre él... Para Grabado Liquido falta claramente un recorrido por su obra gráfica, ya que en esta al interés de la obra de Tapies se une la maestria de los talleres de estampación y maestros grabadores con los que colaboró. Por cierto, su costumbre de incluir en sus cuadros palabras y numeros al revés ¿Es una influencia de su contacto con la inversión que exige la estamapación directa?

Queda saber cómo es de importante Tapies a nivel Internacional, porque todas estas exposiciones son en Barcelona, y pudiera ser que tanta atención fuese una deformación "local". Cuando leí El libro de Don Thompson  "El Tiburón de 12 millones de Dolares" descubrí en sus páginas una lista de los 25 principales artistas contemporáneos. Esta lista la elaboró el autor basándose en la opinión de marchantes, coleccionistas y otros expertos sobre todo anglosajones, que presumiblemente no beneficiarían o perjudicarían a Tapies por prejuicios ideológicos nacionalistas, pues bien, Tapies está en el nº 20 de esta lista y es el único español que aparece en ella.

Pasemos a Dali. Madrid, el Reina Sofía. Igual  oportunidad de hacer nuestra mirada más compleja y superar estereotipos. Sin embargo en la contemplación del evento nos encontramos con un fenomeno extraordinario que parece eclipsar la propia exposición (antes de seguir aclaro que esta exposición, aunque era mi intención, no he ido a verla aún y puede que no lo haga): la afluencia de público. Colas interminables y record absoluto de la institución, y en respuesta, órdago del propio director del centro contra su propio éxito. Podeis leerlo aquí.



El gran masturbador, por supuesto.
 
Es interesante leer los comentarios al artículo que, dejando de lado las posibles manipulaciones que la nota de prensa pueda suponer, denotan una clara hostilidad hacia las distinciones de espectadores que hace Borja-Vilell. No hay que ser dogmáticos. A mi al menos no me gustan las colas, no me gustan las salas saturadas y no me gusta observar la manera estúpida en la que algunos se comportan en las exposiciones, fotografiándolo todo sin contemplarlo, o yendo solo a ver el icono del centro para fotografiarse ante él(ya sabeis, ir corriendo a ver la Gioconda que tenemos el coche en doble fila). Recuerdo en el Moma el revuelo alrededor de la Noche estrellada de Van Gogh, y en especial una pareja de españoles que se fotografió de espaldas al cuadro como si fuese un trofeo de caza,mirándolo solo lo justo para componer la foto. Unos campeones. También comprendo la crítica hacia los comisariados espectacularizados o claramente mentirosos, porque cerca del Reina Sofía hay centros de arte en los que eso es una práctica habitual.  Pero de todos modos hay exposiciones a las que simplemente va mucha gente porque les gusta lo que se muestra, y aunque no siempre haya un entendimiento completo de lo que se ve, precisamente el Museo está para promover ese entendimiento. Las grandes colas quizá son inevitables en este contexto.




Las masas exceptantes de individuos excitados hacen cola. Hasta 2 horas de espera.
 

Sobre este tema, muy interesante para pensar en todas sus implicaciones, me han pasado un enlace con un texto que nos permite tener un planteamiento inicial amplio. Para leerlo pulsa aquí.

Se acaba el tiempo  y no he ido a ver esta exposición, y eso que soy un asiduo visitante del Reina Sofia. No se si iré. Puede que cuando lo haga esta exposición ya no esté y de nuevo las colas no sean dignas de mención...  Eso me recuerda que ir al Reina Sofia forma parte de un rito en el que nunca falta la visita a uno de los bares bocadilleros de los alrededores, donde siempre cae una o dos cañas y un bocata de calamares. Estos bares en cambio están encantados con esta masiva respuesta de público, y algunos incluso han contratado 1 o 2 camareros más.




Yo suelo ir a este, que tiene entrada hacia la estación de Atocha y hacia el Reina


 
 El Reina Sofía, El Brillante y su promesa de ofrecernos -probablemente- el mejor bocadillo de calamares de Madrid,  y un paseito para ver las tortugas del jardín tropical de la estación de Atocha antes de coger el tren de vuelta... Si, y en la próxima vez, y porque me lo han recomendado en las redes, un torrezno en  "La Chulapa".  Ya os contaré.

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